En Sevilla a
16 de febrero de 2021
Hartos del
tratamiento de esta dirección con los trabajadores
Cuando el
hastío y la desazón se adueñan de una plantilla que ha demostrado y demuestra
su profesionalidad, se percibe la desgana y la pérdida de compromiso de la
misma y todo esto viene precedido por las señales que envía la empresa en las
que demuestra que los trabajadores les importamos un bledo, pues notamos que
estamos total y absolutamente abandonados por una dirección ridícula que está
más por la labor de ahorrar unos cuantos euros que por defender y proteger a
sus trabajadores.
Si desde hace más
de un año estamos viendo como a los compañeros del área de mantenimiento se les
trata casi como delincuentes, instalando cámaras casi en sus coches
particulares, convirtiendo el taller en un plató de gran hermano porque tienen
que estar controlados para no escaquearse, según la empresa, de sus
obligaciones, colocando para colmo la cuba de la chatarra de las ruedas en
medio del tránsito de vehículos, ya que si lo ponen en el lugar que siempre ha
estado, se saltan desde la parte de atrás y las roban. ¿Eso que deja a las
claras? Que las cámaras se utilizan para vigilar a los trabajadores, que son
los delincuentes, y no a los que se saltan parta sustraer lo que no es suyo,
blanco y en botella.
El pasado día 1
de Enero un compañero, con más de 30 años en la empresa, prohíbe el acceso a un
“usuario” que consumía una cerveza, éste le roba el bolso del cambio y sale
corriendo. Al ir tras él y detenerlo, el individuo se revuelve provocándole
daños físicos (motivo por el que se encuentra a día de hoy de baja por
accidente laboral) y la rotura de las gafas.
El compañero
aporta a la empresa lo solicitado por ésta para que le sea abonado tanto el
robo, el cual aparece en la denuncia, como el presupuesto de las gafas que
tiene que adquirir. La empresa, para nuestra sorpresa, solo pone problemas
tanto para abonar el dinero robado como para reponer las gafas. “Como liquidó y
dejó su cuenta saldada, el cambio que llevaba era suyo”, “desde hace unos meses
y tras una nueva normativa la Mutua no tiene por qué pagar los gastos de las
gafas y la empresa tampoco”. Resumiendo: al compañero por recibir una agresión,
padecer un robo y sufrir daños físicos en su puesto de trabajo cumpliendo con
sus obligaciones, empieza el año con una baja que va para mes y medio y alrededor
de 1000 euros de pérdidas entre gafas y dinero del cambio. A la empresa le
cuesta 7€, lo que llevaba vendido en el turno.
Nos parece
increíble la deshumanización, la poca empatía y el poco aprecio que la empresa
día tras día demuestra hacia los trabajadores, dejándonos abandonados a nuestra
suerte, dando a entender que el trabajador es un sinvergüenza y que lo único
que busca es engañar a la empresa. Si el compañero actúa de manera profesional
y le agreden y roban, le cuesta dinero, pero si vuelve la cara, se hace el loco
y alguien pone una reclamación por permitir subir consumiendo una bebida, se le
pone una sanción de 10 días de empleo y sueldo, también le cuesta el dinero.
Hay que tener
claro que si dejamos a cero nuestro saldo de liquidaciones, el cambio que
llevemos es nuestro y no está cubierto. Por otro lado un usuario que resbale,
caiga o tropiece dentro del bus tiene derecho a reclamar todo, nos parece
perfecto, pero el trabajador, ejerciendo su trabajo, solo tiene derecho a pagar
de su bolsillo cualquier daño pues insistimos que estamos abandonados y
desprotegidos a nuestra suerte por nuestra empresa.
Cada uno que
saque sus propias conclusiones, en CGT
tenemos claras las nuestras.
SP. CGT-TUSSAM.