martes, 8 de febrero de 2011

Si mandan los mercados ¿Para qué queremos gobiernos?


Desde que esos individuos fantasmagóricos llamados “mercados” han dejado sin sentido alguno a los gobiernos y políticos que los conforman, los ciudadanos de a pie, los trabajadores que vemos reducidos en escasos meses gran parte de nuestros derechos por aquellos que en sus siglas mantienen el "socialista y el obrero", contemplamos ahora como vuelven a pedirnos el voto para exclusivamente mantener unos privilegios exclusivos de la clase política.

La famosa frase de quien se mueve no sale en la foto o el partido no deja tirado a nadie ha creado tal bola insostenible que está dañando a la izquierda de una manera bestial donde la corrupción y el enchufismo nos pasarà factura sinedie.

Todavía hay quien piensa que el sistema seguirá sin cambio alguno, esperando la ínsula prometida, pero si las alternativas de progreso o de carácter social no rectifican sus políticas y su funcionamiento para con su electorado, el fracaso de la izquierda en las próximas elecciones y en las venideras está garantizado.

Desde CGT como organización plural e internacionalista no vamos a pedir el voto absolutamente para nadie, pero como Organización anarcosindicalista, estamos en contra de alternativas políticas que plantean privatizaciones, militarizaciones, modificaciones del derecho a la huelga, o de los que llaman privilegiados a los trabajadores usando sus serviles medios de comunicación.

Ahora nos toca hablar a los trabajadores, como cada cuatro años. Vota lo que quieras, eres ya muy grandecito y lo has visto todo o casi todo, de todas maneras no vas a poder elegir a quienes manejan los “mercados” que son los verdaderos amos del mundo y una clase política paupérrima plegada a esos magnates y que reconocen que no manda quien el pueblo vota sino esas grandes fortunas que le da absolutamente igual que puedas o no pagar tu hipoteca y el pan de tus hijos.


lunes, 7 de febrero de 2011

Sindicalismo por Carlos Taibo

El acuerdo que los sindicatos mayoritarios y el Gobierno acaban de alcanzar estaba cantado. Sólo los más ciegos, o los más ilusos, conservaban la esperanza de que esos sindicatos, con su triste trayectoria de decenios, mantuviesen encendida la llama de la independencia y de la contestación. Asumamos de buen grado que al menos las cosas quedan claras, muy claras, a los ojos de quienes han preferido ignorar la realidad durante meses. Si ya habían tirado por la borda cualquier ilusión en lo que hace a la vocación progresista --qué palabra más gastada-- del Gobierno, ahora ya saben a qué atenerse en lo que se refiere a CCOO y UGT. No parece, en fin, que la fanfarria retórica que nos acosa, convenientemente endulzada desde los medios de incomunicación, esté llamada a engañar a nadie: los acuerdos ultimados responden puntillosamente a los intereses y a las prácticas empresariales que nos han conducido a un escenario de crisis sistémica. Sobran los motivos para adelantar, eso sí, que ante la obscena reaparición de los mismos mecanismos que nos han conducido a la crisis, vendrán nuevas reformas desreguladoras.

Me interesa prestar atención en estas líneas a cuatro instancias que han quedado mal paradas de resultas del acuerdo que hoy nos ocupa. La primera de ellas no es otra, claro, que los sindicatos mayoritarios, al parecer más interesados en mantener saneadas sus cuentas que en preservar una credibilidad que está bajo mínimos desde hace mucho. No hay que ir muy lejos para explicar por qué las cúpulas dirigentes de CCOO y UGT han acatado aquello que siempre han dicho que rechazarían. Si, por un lado, esos sindicatos son pilares fundamentales del sistema realmente existente --qué poco sabe al respecto, por cierto, la derecha ultramontana--, por el otro su dependencia financiera con respecto a las arcas públicas ha cancelado cualquier horizonte de contestación y combate . Hay quien se sentirá tentado de agregar, con encomiable ingenuidad, que los sindicatos han asumido, pese a todo, un ejercicio de responsabilidad, no en vano han acabado por acatar lo que no les gustaba para evitar males mayores como los que se derivarían de un rescate exterior de la economía española. Qué curiosa manera de razonar es ésta. Por un lado se esquiva que quien profiere la amenaza --el Gobierno-- es responsable de una tolerancia sin límites con respecto a intereses privados que tienen en estas horas una clara plasmación: un formidable retroceso del gasto social orientado a hacer frente a las secuelas de una especulación desbocada durante años. Por el otro se nos da a entender, fraudulentamente, que el acuerdo ultimado no implica, a su manera, lo mismo que lo que acarreará un programa de rescate de la economía española, por añadidura en modo alguno descartable. ¿Cuánto dinero se aprestan a recibir, bajo mesa, CCOO y UGT por los servicios prestados?

Son muchos los amigos que me reprochan que siga prestando atención a lo que sucede en IU cuando --dicen-- lo mejor sería pasar página. Casi tantos como los que, en IU, consideran que tengo una inquina patológica contra su organización. Si a estas alturas todavía me interesa lo que sucede en la coalición de izquierdas, ello es así por una razón sencilla y confesable: creo que en ella hay muchas personas muy valiosas que merecen otra cosa. A esas personas debo señalarles lo que en esta hora resulta evidente: IU ha quedado con el culo al aire. Somos muchos los que avisamos de que CCOO y UGT eran malos compañeros de viaje. Hoy el argumento sale manifiestamente fortalecido, y no pueden producir sino estupor los intentos de la dirección de IU en el sentido de exculpar de lo ocurrido a esos dos sindicatos. En un escenario en el que los cambios, aparentemente radicales, registrados en la coalición en los últimos años anunciaban algo nuevo, no cabe sino certificar la quiebra técnica de un proyecto patético: el encaminado a moderar el discurso propio con la vista puesta en atraer, desde perspectivas estrictamente socialdemócratas y vía una escueta defensa de nuestro maltrecho Estado del bienestar, a segmentos importantes del electorado socialista con el respaldo más o menos obvio de CCOO y UGT (en la jerga de Izquierda Unida siguen presentándose, inopinadamente, como “los sindicatos de clase“). Hace unas semanas escuché cómo una dirigente de IU señalaba que el acceso de Fernández Toxo a la dirección de CCOO era un proceso paralelo al representado por la irrupción de Lara en la de Izquierda Unida. La frase tiene hoy un significado bien distinto de aquel que invocaba quien la enunciaba… ¿Para cuándo la rebelión de una militancia de base que con certeza ha visto con estupor cómo IU no convocaba las manifestaciones de los últimos días contra el pensionazo, por entender que acarreaban críticas a CCOO y UGT, y en estas horas se ve en la obligación de dar marcha atrás para de mirar de reojo a quienes contemplábamos atónitos la futilidad del empeño de una dirección que en los hechos, y si la razón más elemental se impone, se ha autoinmolado?

Tampoco está en sus mejores horas la pléyade de “economistas antineoliberales” --qué curioso lenguaje éste, tan sagaz como encubridor-- que han defendido proyectos diferentes de los avalados por nuestros gobernantes. No se trata de discutir la honradez ni el talento de estas gentes. Se trata de preguntarse, eso sí, si no harían bien en volcar una y otro en provecho de causas más justas. Incapaces de transcender los conceptos míticos que nacen de su disciplina --y entre ellos, en lugar singular, el crecimiento y la productividad--, su respetabilísima defensa de los Estados del bienestar no parece tomar nota en grado alguno de una crisis ecológica que despunta por todas partes y que --me temo-- sitúa en el vacío buena parte de sus reflexiones. No es eso, sin embargo, lo que hoy hace que estos amigos se encuentren en situación delicada, sino su general respaldo de los últimos meses --alguna excepción hay, por fortuna-- a las cúpulas de CCOO y UGT, comúnmente acompañada de sesudas descalificaciones de quienes, qué menos, invitaban a la cautela. Compuestos y sin novia.

Vaya mi último comentario para dejar constancia de un interés personal: el de observar cómo algún que otro medio progresista va a lidiar con los escollos que ha colocado delante de sí mismo. Estoy pensando, en singular, en el diario Público, que de siempre ha ignorado que existían otras fuerzas sindicales, y otros discursos, al margen de CCOO y de UGT (“los sindicatos”, en la jerga utilizada por ese periódico). Ahora que las críticas vertidas por esos medios contra algunos elementos de los planes económicos del Gobierno, siempre muy ponderadas, ya no cuentan con el civilizado aval de los sindicatos mayoritarios, ¿se abre en esos circuitos algún horizonte que no sea la loa unánime de la bondad de nuestros gobernantes?

domingo, 6 de febrero de 2011

¿Cuanto aguantarán sus bases?

Aunque en TUSSAM ya vivimos injeremcias de esas cúpulas que no defienden los intereses de los trabajadores sino el interés economicista y de poder de las marcas que representan, nuevamente nos hemos encontrado con un acuerdo a nivel nacional de unas estructuras que pactan sin tener en cuenta la voz de su afiliación. ¿Conoce alguien algun afiliado o afiliada de base de CCOO o de UGT que se le haya preguntado si acepta el acuerdo sobre jubilación.

Seguramente habrá quienes defiendan lo indefendible, pues mantener un pequeño cargo a nivel provincial o a nivel de sección sindical lo haga sentirse util para la clase trabajadora y desde CGT lo animamos a que sigan trabajando por esta, pero tragar ruedas de molino de esta envergadura, cuando escasamente hace un par de meses paseaban por sus puestos de trabajos con pegatinas en el pecho de "así no" y "yo voy", los desacreditan totalmente ante sus compañeros si no dan una respuesta clara y contundente a esas cúpulas que firman en contra del sentir de su afiliación.

Lo que es eviente y con ello no queremos decir nada, que cuando una Organización sindical basa gran parte de su financiación en cursos de formación, y trabaja prácticamente en exclusiva para el Gobierno, deja de ser su prioridad el sindicalismo y por consiguiente la defensa de los intereses de los trabajadores para convertirse en una subcontrata del Estado en materia de Formación y aquí van algunos datos de esa actividad que nada tiene que ver con la Defensa de los intereses de los Trabajadores ¿o sí?

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jueves, 3 de febrero de 2011

Guía rápida para comprender las novedades de la reforma de las Pensiones



El retraso de la edad de jubilación y la ampliación del periodo para el cálculo de la prestación, principales cambios. Incluye medidas de apoyo a la mujer y a los becarios. La reforma castiga las carreras más cortas. La cuantía de las pensiones caerá alrededor de un 15%.

El Gobierno aprobó el viernes la reforma del sistema de pensiones con el beneplácito de los sindicatos UGT, CC.OO. y la indiferencia de la patronal. Se trata de una importante vuelta de tuerca que castigará las carreras profesionales más cortas y de menores bases de cotización y cuya puesta en práctica supondrá una caída de la cuantía del entorno del 15%. La principal medida, o al menos la más polémica, ha sido la prolongación de la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años, que ha centrado buena parte del debate con los sindicatos.

Sin embargo, poco o nada se ha hablado de la ampliación del periodo de cálculo de la pensión, ahora fijado en 15 años, que pasará a 25. Cuando en febrero de 2010, esta medida se deslizó en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas provocó las más aireadas críticas de los propios sindicatos. Ante la polémica desatada, el Ministerio de Economía tuvo que rectificar este jubilazo que pretendía un ahorro de cuatro puntos de PIB a costa de una reducción de las nuevas pensiones.

El paso de 15 a 25 años se hará de forma progresiva, con el incremento de un año en cada ejercicio, para alcanzar los 25 años en 2023. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se mostró incluso partidario de utilizar toda la vida laboral. Para conocer la cuantía de la pensión de jubilación hay que tener en cuenta otros muchos detalles.

¿Cuánto tiempo necesito cotizar para cobrar el 100% de la pensión?

Quien cotice 38 años y medio podrá jubilarse a los 65 con la pensión íntegra. Los trabajadores que coticen 37 años tendrán que jubilarse a los 67. En la norma actual son 35 años.

¿Cómo se calculará la cuantía?

La referencia serán los últimos 25 años de cotización frente a los 15 vigentes. Se ejecutará en diez años, desde 2013 se aplicará un año por ejercicio, hasta alcanzar los 25 años en 2023.

¿Y si me quiero jubilar antes de la edad legal?

Esta opción se mantiene, pero se endurece. La jubilación a los 61 años se aplicará sólo a las compañías en crisis -los despedidos que estén en paro al menos medio año accederán así a la prejubilación-. Se permite el retiro a la edad de 63, pero los coeficientes reductores oscilarán entre el 6% y el 7,5% por año y se tendrá que acreditar un mínimo de cotización de 33 años.
Con una profesión especialmente dura, ¿tendré que esperar a los 67?
El Gobierno negociará con los agentes sociales a qué edad podrán jubilarse las profesiones incluidas en la categoría de trabajos peligrosos y penosos. Minería del carbón, trabajos en el mar, futbolistas, toreros, artistas y personal de vuelo o bomberos pueden formar parte de este catálogo.

¿Entrará en vigor la reforma de las pensiones de forma inmediata?

No. Será progresiva y arrancará en 2013 hasta completarse en 2027. El incremento de la jubilación se realizará a razón de un mes por año durante los seis primeros y de dos meses por año durante los nueve últimos.

¿Se incluirá el periodo que he trabajado como becario?

Los becarios cotizarán hasta 24 meses, pero tendrán que acreditar sus becas y pagar antes las cotizaciones.

¿El tiempo dedicado por las madres al cuidado de los hijos restará pensión?

Podrán sumar nueve meses de cotización por cada hijo, hasta un máximo de dos años, pero sólo aquellas con carreras largas de cotización.

¿Puedo pensar que esta será la reforma definitiva del sistema de pensiones?

No. A partir de 2027 se revisará cada cinco años el sistema en atención a la evolución de la esperanza de vida. No se descarta que más adelante el periodo de cálculo pueda ampliarse a toda la vida laboral o incluso que se retrase la jubilación más allá de los 67 años.

¿Puedo trabajar después de los 67 años?

Sí. Sería una medida adecuada para el saneamiento de las arcas de la Seguridad Social. Se espera un incremento de los incentivos para la prolongación voluntaria de la vida laboral en la negociación entre los agentes sociales y los partidos políticos.
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- Edad legal de jubilación.

Se eleva para todos los trabajadores a los 67 años (desde los 65 años actuales) y se exigirán 37 años de cotización (también dos más que ahora) para lograr el 100% de la prestación.

Esta subida se hace de forma gradual en dos tramos comprendidos entre 2013 y 2018, y 2019 y 2027.
En el primer tramo se sumará un mes por año a la edad de jubilación exigida para cobrar toda la pensión, mientras que en el segundo tramo se añadirán dos meses por cada año.

De esta forma, en 2013 sólo se exigirán 65 años, en 2019 serían 65 años y 8 meses, y en 2027
los 67 años.

2. Se mantiene la jubilación a los 65 años para aquellos que hayan cotizado 38 años y 6 meses, período con el que también percibirán el 100% de la pensión.
La exigencia de los 38,5 años también será gradual; así, cada dos años se pedirán 6 meses más de edad.

Entre 2013 y 2014 serán necesarios 35 años y 6 meses, en 2015 y 2016 serán 36 años y así sucesivamente hasta los 38 y medio. Si no se llega a los 38 años y 6 meses de cotización se aplicará a la prestación un coeficiente
reductor del 1,8% por trimestre.

3. Jubilación anticipada a partir de los 63 años. Hasta ahora los trabajadores accedían al retiro a través del trámite del despido, pero con la reforma lo decidirán voluntariamente y necesitarán 33 años cotizados.
Los coeficientes reductores que se les aplicarán no podrán superar el 42% del total de la pensión, frente al 40% que se aplica ahora.

4. Jubilación anticipada para situaciones de crisis antes de los 61 años. Será excepcional y se deben tener 33 años cotizados

5. Se mantiene la jubilación parcial a los 61 años vinculada al contrato de relevo. Para compensar el sobrecoste que supone para la Seguridad Social la cotización, tanto del relevista como del relevado, aumentará gradualmente hasta que la empresa, en 2027, se haga cargo del 100% de este gasto.

6. Jubilación antes de los 67 para determinados colectivos.
Podrán retirarse antes de esa edad las madres que hayan interrumpido su vida laboral por cuidado de hijos (9 meses por cada uno, con un máximo de 2 años) y los trabajadores con actividades penosas. Para estos últimos queda pendiente desarrollar el procedimiento.

7. Incentivos para alargar la edad de jubilación. Cada año que se alargue la retirada, tanto a los 65 como a los 67, se mejorará la pensión un 3,5%, hasta que se llegue a la base de cotización máxima del régimen general de la Seguridad Social.

- Período de cómputo para calcular la pensión.

1. Se tendrán en cuenta los últimos 25 años de vida laboral, frente a los 15 actuales. Esta transformación también será gradual y se cubrirán todas las lagunas de cotización.
2. Para acceder a una pensión mínima contributiva se mantienen los 15 años que se exigen ahora, que dan derecho al cobro del 50% de la prestación.

- Para los jóvenes que tengan becas de formación se permitirá que las empresas coticen por ellos, con un máximo de dos años.
- Para los autónomos se establece que las bases mínimas de cotización crezcan, al menos, como las medias del Régimen General durante los próximos 15 años.

miércoles, 2 de febrero de 2011

SAQUEO DEL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES

Para la CGT, el gran pacto social entre el gobierno, la patronal y UGT-CCOO representa el SAQUEO del sistema público de pensiones en beneficio de los planes privados, todo ello en un contexto de aumento del paro hasta el 20,3% y el expolio del patrimonio social de las cajas de ahorro.
El gran pacto social firmado entre el gobierno, la patronal y los sindicatos CCOO y UGT, en relación a la reforma del sistema público de pensiones representa un ATRACO directo a los bolsillos de las y los trabajadores y la población más precaria, un recorte inasumible de los derechos sociales, la negación a la juventud a una pensión digna y ello se produce cuando los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) reflejan un aumento del paro hasta el 20,3% con una enorme tasa de paro juvenil y cuando estamos asistiendo al atraco del patrimonio social que supone la bancarización de las cajas de ahorro.
El estado nos arrancará 40.000 millones de euros con esta reforma de las pensiones en los próximos años para engrosar el negocio de la banca y los especuladores.
Los datos recogidos en el acuerdo son muy claros:

* RETRASAR LA EDAD LEGAL DE JUBILACIÓN. Se alarga la vida laboral

hasta los 67 años (antes 65 años)

* ENDURECER EL ACCESO A LA PENSIÓN MÁXIMA. Hay que cotizar 37 años

para cobrar el 100% (antes 35 años)

* Sólo se podrán jubilar a los 65 años con el 100% quienes hayan

cotizado 38,5 años (antes 35 años)

* RETRASAR LA JUBILACIÓN ANTICIPADA. Se alarga la edad de la

jubilación anticipada voluntaria hasta los 63 años (antes 61)

* RECORTAR LA RENTA MEDIA DE LA PENSIÓN. Se aumenta de 15 a 25 años

(de forma progresiva) el periodo de cómputo para el cálculo de la pensión.

* RECORTAR EL DERECHO A LA PENSIÓN. Se aumenta de 15 a 25 años (de

forma progresiva) el número de años cotizados para tener derecho a una pensión.

* ENDURECER LA JUBILACIÓN PARCIAL hasta casi impedirla

* UN ÉXITO. Computar un máximo de dos años de cotizaciones por

cuidado de hijos/as y a los becarios (con una retroactividad de

cuatro años. Con este dato querrán vender como bueno el pacto.

* ESPERANZA DE VIDA. El sistema se revisará cada cinco años en

función de la esperanza de vida.

* INCENTIVAR EL TRABAJO. Aumentarán los incentivos para seguir

trabajando y alargar la vida laboral.

COMO CONCLUSIÓN:

1) Habrá millones de personas (jóvenes, trabajadores/as con contratos temporales, empleadas de hogar, migrantes, autónomos...) que no conseguirán cotizaciones suficientes para tener derecho a una pensión.

2) Toda la población tendrá que trabajar más años para tener la misma pensión. Trabajaremos dos años más y cobraremos dos años menos. Esto significa que habrá menos puestos de trabajo para la juventud. Cada año se jubilan una media de 250.000 personas.

3) La media prevista de reducción de las pensiones será superior al 25%

4) Toda la reforma de las pensiones sólo persigue fomentar los planes de pensiones privados ya que está fundamentada en un conjunto de mentiras interesadas que pretenden crear alarma social (la seguridad social es deficitaria, ahora se vive más años, hay menos personas cotizando, en pocos años no se podrán pagar las pensiones, etc, etc.).



TODO ES UNA GRAN MENTIRA para justificar este asalto al bolsillo de los y las trabajadoras que rompe con el más mínimo principio de la solidaridad, que acaba con el derecho a la pensión pública digna, que sólo se plantea reducir los gastos sociales olvidando cualquier medida que sirva para incrementar los ingresos, que ha reducido las cotizaciones de las empresas a la seguridad social, en definitiva, una reforma para desentenderse del derecho a una pensión pública digna, para desentenderse del futuro de las y los trabajadores, para que cada uno se busque su propia solución y se eche en manos de la banca y financie un plan privado de jubilación.

Hay que luchar por el reparto de la riqueza, la reducción de la edad de jubilación a los 60 años para poder trabajar más personas, por la persecución del fraude fiscal, el aumento de impuestos a los ricos, la eliminación de los paraísos fiscales.



CGT ha estado de nuevo en la calle manifestándose en decenas de

ciudades, convocando y apoyando las Huelgas Generales en Galicia, Euskadi, Catalunya, provocando la movilización social, encontrándose con todas aquellas organizaciones sindicales y sociales que aspiran a una sociedad que no esté gobernada por los banqueros, la patronal, los gobiernos marionetas y el sindicalismo institucional.



La CGT va a seguir luchando hasta final, en el horizonte de una nueva Huelga General, contra el Gran Pacto Social, por la defensa al derecho a una pensión pública digan, la defensa de los derechos laborales y sociales de la clase trabajadora y las clases populares.





SECRETARIADO PERMANENTE DEL COMITÉ CONFEDERAL de CGT