viernes, 28 de mayo de 2010

¡Despejando Dudas!


"Soy el presidente del Gobierno y, aunque sea doloroso, también para mí, esto es lo que necesita el país". Esta fué la declaración de principios de José Luis Rodríguez Zapatero, realizada ante la cúpula de su partido con tono de firmeza y convencimiento.

Por si alguien tenía dudas el “socialismo” ha sido sacrificado al capital más que nunca salvaje, entregado como ofrenda por un gobierno que se autodenomina socialista y de izquierdas en aras de mantener el sistema neoliberal mundial que nos promete insolidaridad e injusticias sociales. El sistema es el que es, no hay ningún interés en proponer o adoptar otras medidas que no sean las viejas recetas para salir de la crisis que han creado los ricos y los poderosos, según todos los indicios ya no hay vuelta de hoja, los bancos esos insaciables, son rescatados con el dinero el esfuerzo y el sacrificio de los trabajadores, de los pensionistas, de los parados, en definitiva del pueblo llano, nada nuevo bajo el sol, una vez más nos la cuelan por la escuadra y somos el pagache de los excesos descontrolados de las políticas y decisiones que nos han traído esta nueva crisis (una mas) del sistema capitalista. Una vez más utilizan los mismos argumentos (los de siempre) para justificar los ajustes impuestos por los poderosos al machacado pueblo llano del cual ésta plebe no se siente parte, solo son la minoría que dirige los destinos de la sociedad y por ello hay que rendirles los tributos y los privilegios que ellos deciden obtener sin que nadie pueda (por ahora) evitarlo. Recordad que antes de que crearan esta crisis, cuando todos coincidían en la bonanza de la economía, los trabajadores eran mileuristas con contratos de trabajo en precario, sin derechos sociales y el largo etcétera que todos conocemos, eran migajas en comparación con la cuenta de resultados de las empresas, los bancos y los gobiernos, ahora que las cosas van mal no se dan por satisfecho con eliminar las migajas, quieren llevarnos a la miseria, de hecho ya hay casi cinco millones de parados que lo están, mientras tanto cada día nos desayunamos con alguna noticia (anuncio) de que aún puede ir peor si no se adoptan mas medidas restrictivas a los trabajadores, es el no parar en recortes de derechos y condiciones de trabajo que tanto tiempo y sacrificio ha costado conseguir. Mientras tanto la casta dirigente, políticos, banqueros, ejecutivos, etc. siguen disfrutando de sus privilegiados sueldos y condiciones sociales y abusando desde el poder de todos los demás, de esos ciudadanos a los que solo se les tiene en cuenta a la hora de votar cada cierto tiempo, después nada mas, nada de crear métodos de protección para que el mercado no pueda marcar el nivel del bienestar económico y social de los ciudadanos basándose exclusivamente en el interés de los que lo manejan. Estos “liberales de la economía” solo están dispuestos a consensuar para recortar el gasto público y derechos de los trabajadores. Ni una medida eficiente contra la insaciabilidad de los especuladores con nombres y apellidos, ni una sanción ejemplarizante para los malhechores, de nada ha servido tantos artículos de crítica sobre la voracidad y la perversión del sistema capitalista que obtiene beneficios de la miseria y la ruina de los más débiles. Los primeros en pagar los platos rotos fueron los que tenían contratos en precario y pasaron a engordar las listas del paro, ahora vienen por todos los demás de una u otra manera.

Hace falta dar una respuesta acorde con los acontecimientos, ya no cuela que sin ser los responsables de la situación seamos siempre los mismos los que paguemos las facturas del descalabro económico y social al que nos han llevado, hay que reaccionar contra los métodos utilizados que pretenden eliminarnos como ciudadanos libres. Estos métodos van todos encaminados a la manipulación de la información para causar desorientación, la represión sistemática de las reivindicaciones para anular la acción y estimular el miedo paralizando así a los individuos en sus aspiraciones. Con las prácticas de estas políticas están consiguiendo suplantar a los ciudadanos por seres fatalistas, infelices, inclinados a pensar en que no se puede hacer nada, que no merece la pena mover un solo dedo o para que complicarse la vida. No podemos resignarnos a ser una sociedad de súbditos y vasallos, hemos de exigir y ejercer nuestros derechos para ser dueños de nuestros destinos y a la vez guardianes celosos de la libertad para ser y sentirnos verdaderos ciudadanos. Hay que luchar para reformar este sistema dotado de una superestructura blindada a un mercado que está por encima de cualquier otra consideración, hay que exigir el control riguroso de los políticos, ejecutivos, de bancos y empresas para que no puedan aparecer ejerciendo actividades delictivas. Sin estas medidas y otras encaminadas a regenerar la democracia todo continuara siendo una farsa, debemos ser incansables en recordar y exigir que se apliquen las reglas del juego de la libertad, de la ética, porque los únicos que damos legitimidad a la democracia somos los ciudadanos por mas que les pese a los políticos y a los poderosos.

Salud.

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