Reforma laboral. Otra más

“Obreros”, la parte menos gratificante de los negocios, la parte más prescindible de las empresas, esos seres con derechos son los causantes de los males de la economía de las empresas. Al otro lado los “Piratas”, esos que tienen de capitán al Díaz Ferrán, fiel cumplidor de los deseos de sus correligionarios, esos trajeados de la gomina y la laca, en medio, el “Mercado” que ha sustituido la palabra “capitalista” para que nos parezca todo más coloquial pero el contenido es el mismo, hambre y miseria. “El gobierno” ha decretado una nueva reforma laboral que solo sirve para despedir con más facilidad aún, demostrando su sumisión ante los “mercados” señalando que la única libertad que se persigue es la libertad de todos los empresarios sean cuales sean sus negocios, así van a continuar amasando con el dinero que nos roban a todos fortunas para guardarlas y protegerlas en los paraísos fiscales. Los trabajadores “Obreros” cada vez más pobres tenemos que producir cada vez más para sacar de las deudas a los que la generan, los gobiernos en connivencia con los “fabricantes” del dinero, de manera que tenemos que pagarles con nuestra esclavitud un precio por malvivir, para que los que se creen los dueños de todos los recursos de la tierra engorden de mas poder y dinero y aún así no estén nunca satisfechos.

Nos hace falta aliento para no asfixiarnos, pero en esta atmósfera contaminada por el poder lo que prolifera son los cinismos, los conformismos, los despotismos, la indiferencia ante tanta injusticia y así en este desalentador ambiente no podemos continuar. Tenemos un mundo que avanza tecnológicamente, esos avances han de estar al servicio de las personas y no podemos permitir que esos avances nos hagan retroceder en los aspectos esenciales para nuestro desarrollo como seres humanos, no podemos permitir convertirnos en seres simples y primitivos, eso es lo que busca la inoperante clase política y corrupta que nos dirige, la vuelta a las cavernas, ahí es a donde quieren llevarnos esta oligarquía de la partitocracia española. Desde el sibilino yugo y la manipulación del lenguaje pretenden el sometimiento de las conciencias en función de su formación y capacidad de análisis, unos lo asumirán claramente y otros de manera inconsciente pero el resultado que buscan lo tendrán de no poner freno a este “liberalismo de la destrucción y el caos” que nos lleva irremediablemente a la violencia que supone la agresión de derechos, el sometimiento de las conciencias, el escarnio que soportamos con inusitado estoicismo en numerosos aspectos de nuestra vida en común hacen más necesario un cambio de rumbo, una nueva orientación que nos encamine a acabar con el demencial y esperpéntico sistema político inoperante y corrupto que nos ha relegado a ser súbditos y vasallos en esta dictadura no militar pero si oligárquica. Tenemos que ser capaces de conseguir una verdadera democracia, donde seamos ciudadanos con capacidad de decidir nuestro destino a través de una representatividad efectiva y verdadera, donde la honestidad, la igualdad, la solidaridad y la ética nos lleven a una convivencia pacífica y enriquecedora. Camino utópico, si quieren, pero la utopía no es un destino sino un sendero que hay que recorrer.

Salud.