Son varias las razones que nos han hecho mantener silencio estos días, entre las que se encuentran dejar enfriar los ánimos antes de realizar cualquier valoración y no entrar al trapo de las provocaciones, junto al descanso y derecho al disfrute que todos tenemos. En todo caso, poco a poco vamos ir realizando algunos comentarios para que algunos tengan algo que hacer y se entretengan en leer nuestro blog.
Comenzar por comentar el papel jugado por lo medios de comunicación en el conflicto. Sin duda cargado de parcialidad y falto de objetividad. Los periodistas no han contrastado las noticias y han abandonado su profesionalidad de la mano de un amiguete del exvicepresidente y del gerente que los lleva de comilonas. Sería bueno saber si esas comilonas del ex y del gerente no han sido pagadas por Tussam. Así es la vida, el pensamiento único se ha instalado en el periodismo con la consigna ya conocida de desacreditar nuestra profesionalidad. No merece la pena desmentir al ex cuando dice que ganamos de media 45.000 euros o que los lunes del pescaito han supuesto 40 millones de euros. Podemos asegurar que se trata de un mentiroso compulsivo y podríamos demostrarlo en los tribunales.
Seguir por comentar brevemente la dimisión. Dice el ex que ha dimitido por coherencia y dignidad. ¿Se puede tener dignidad cuando se usan esos métodos y la mentira permanente? ¿Se puede ser coherente cuando se ha sido sindicalista de UGT, dice ser socialista y quiere privatizar? Parece que no mucho. Se podrá ser otras muchas cosas.
En todo caso, ese mismo ejercicio de coherencia y dignidad debieran adoptar el gerente y su palmeros. Esos que se autodenominan progresistas y que si que ganan mucho más que nosotros. Esos que piensan que la autoridad la concede una corbata. Esos que habiendo sido nombrados a dedo se creen cargados de legitimidad y critican a los que hemos sido elegidos en las urnas. Pero no, no tendremos esa suerte.
Nuestra situación económica no debiera ser objeto de debate. Ellos nos han conducido a esta situación y ahora quieren que nosotros la resolvamos. Nosotros nos dedicamos a trabajar, ganando más o menos, pero ellos en cambio son los que se dedican a gestionar y adoptar decisiones. Cuando ya nos les quedan ideas su solución pasa por privatizar o que volvamos a jornadas de 12 horas y un jornal de miseria, mientras ellos pasean a caballo y usan el derecho de pernada. Y se extrañan de que hagamos huelga por defender la continuidad de nuestra empresa como pública. Nuestro objeto social no es rentabilidad económica sino social. Nuestra contribución a la movilidad de la ciudadanía es el objetivo principal, y si el Ayuntamiento fija el precio del billete debe asumir la diferencia entre ingresos y gastos. Si no tiene dinero tendrá que buscarlo a través de otras administraciones, pero ahora no vale decir "yo no lo sabía". A pesar de ello, desde nuestra responsabilidad habíamos asumido un escenario de estabilidad para los próximos años. Pero ellos, hienas insaciables querían más y se pasaron de rosca.
El papel de los trabajadores ha sido casi ejemplar, y decimos casi pues ha habido lamentables excepciones. Nos estamos jugando el futuro de la empresa y hay quien ha pensado que no iba con ellos. El miedo incluso puede tener explicación, no tanto la codicia. Lo que raya lo esperpéntico es que el martes de feria, mientras la empresa se jugaba su futuro y nos manifestábamos en la Feria, hubiese quien dijese de ir a nuestra caseta a tomar la copa como si nada ocurriese, como si se pudiera celebrar algo. No nos olvidaremos de ellos y de ellas. La Dirección los tendrá en alta estima, esperamos que lleguen muy pero que muy lejos al igual que los eventuales que no secundaron la huelga, mientras los indefinidos defendían terminar con la eventualidad. Paradojas de la vida.
Iremos dando paulatina información de como se vayan desarrollando los acontecimientos. Se trata de confiar, a riesgo de equivocarnos, en los que otras veces nos han engañado y en los que en definitiva ponen al frente de nuestra empresa a "líderes" como los actuales. Contar con nuestra confianza resultará muy fácil, simplemente un equipo de dirección con conocimiento y liderazgo que nos traslade propuestas para convencernos, jamás para vencernos.
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